Cuando se piensa en la formalización de un negocio, lo primero que se viene a la mente son las obligaciones asociadas, principalmente los impuestos. Pero pocos piensan en los beneficios que esto trae.
Un negocio formal no debe dar miedo. Es bueno para el dueño y para los empleados. Un negocio formal es el primer paso para entrar a hacer parte del sistema financiero del país. Si se quiere contar con un crédito por ejemplo, cualquier entidad bancaria solicitará las pruebas de que su negocio está formalmente constituido y adecuadamente administrado. Las condiciones (intereses) con las que una entidad bancaria presta, suelen ser mejores o más favorables que las que se consiguen con prestamistas no constituidos legalmente. Así mismo, el Estado está permanentemente desarrollando programas y beneficios dirigidos principalmente para las pequeñas y medianas empresas. Programas como Innpulsa, MiPymes, Procolombia ayudan con créditos condonables, apoyos en especie y en asesorías para exportaciones, subsidios para compra de activos o tecnología, incluso exenciones de impuestos. Estos son tan solo algunos de los ejemplos que existen para beneficio de las empresas formalmente constituidas.
Para poder sacar provecho de todos estos beneficios no basta con registrar o crear legalmente su negocio. Es indispensable administrarlo o gestionarlo adecuadamente. Al principio es muy posible que todo lo pueda hacer manualmente, pero muy rápidamente se dará cuenta que es muy importante contar con herramientas o sistemas que le ayuden a esto. Por ejemplo, tener un software contable, o uno que le ayude con la facturación y el manejo de inventarios, será crucial. Mejor aún si puede tener un sistema conocido como ERP (por sus siglas en inglés), pues este tipo de soluciones integra todos sus procesos de Negocio automáticamente y le ayuda a entender qué está sucediendo con su dinero.
Ahora bien, incluso para las obligaciones y para los temidos impuestos, ¡ser formal paga! Todo el mundo le tiene temor a la Dirección de Impuestos y Aduana Nacional ‘DIAN’… y la verdad es que, ¿a quién le gusta pagar impuestos? Sin embargo, debemos reconocer que los impuestos son la base para el funcionamiento de un Estado, y que en países como Colombia, son fundamentales para lograr cerrar diferencias sociales y brechas entre ricos y pobres. La distribución de la riqueza se hace, fundamentalmente, a través de los impuestos: Impuestos como el del patrimonio se le pide a los más favorecidos, y con esos recursos se supone que se adelantan obras o prestan servicios dirigidos a los menos favorecidos. Así, con una sociedad con menos diferencias, todos vivimos mejor. Si bien pagar impuestos puede ser visto en primera instancia como un menor dinero recibido, es importante tener en cuenta que es fundamental para poder tener acceso a los beneficios descritos anteriormente. Adicionalmente, con un muy buen manejo de todo su negocio, en particular con una buena herramienta tecnológica, esto puede hacerse muy sencillo e incluso ayudarle a no tener que pagar más de lo necesario. Una vez más, contar con herramientas que le ayuden en temas como facturación, IVA, retenciones, ICA, y la contabilidad, van a ser de gran ayuda para su Negocio y le facilitarán gestionar los tan temidos impuestos.
Pero además de los beneficios y las obligaciones que hemos mencionado, existe una razón muy poderosa para formalizar su negocio: ¡Su conciencia! ¿Qué mejor que dormir tranquilo sabiendo que contribuimos con la sociedad en que vivimos y que cumplimos con nuestras obligaciones?
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